Lo más seguro es que en los últimos meses hayas visto un símbolo circular de 17 colores, logo de estos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los que destacan luchas urgentes como el fin de la pobreza, la educación de calidad o la igualdad de género.
Más de 4000 millones de personas en todo el mundo aún no tienen acceso a internet, una desigualdad conocida como brecha digital. Mientras que más del 85% de las regiones desarrolladas (Europa o Norteamérica) navega por la red de forma cotidiana, menos del 40% lo hace en África, a lo que hay que sumar la discriminación por género, siendo ellas las más afectadas por esta desigualdad: por cada 100 hombres – entre los 25 y 34 años – que viven en extrema pobreza, se cuentan 122 mujeres.
Ante la falta de recursos económicos (muchos países no disponen de una infraestructura de telecomunicaciones adecuada, sobre todo en zonas rurales) y la falta de inversión en la formación de personal cualificado que sepa gestionar esta infraestructura y disponga de conocimientos en el sector, iniciativas como la que pusimos en marcha el pasado mes de septiembre en Ironhack bajo el nombre de The algorithm is female se vuelven necesarias para luchar contra el aislamiento y el desarrollo de la tecnología.
La ingeniera electrónica y de comunicaciones nepalí Neha Khachhibhoya fue la protagonista de una acción realizada en colaboración con la firma española de moda sostenible Hemper, que se llevó a cabo con el objetivo de aumentar la presencia femenina en el sector tecnológico y de dar oportunidades a aquellas mujeres que no tienen acceso a internet en su día a día. Así, Neha pudo disfrutar de un bootcamp de programación en el campus de Ironhack en Barcelona tras formar parte de un evento colaborativo realizado en Katmandú junto a la ONG Girls in Technology Nepal.
Neha Khachhibhoya
Nepal se encuentra entre los cinco países más pobres de Asia, en el que un 80% de las mujeres nunca han asistido al colegio y donde sólo el 6% de su población tiene acceso a internet. Ayudando a personas como Neha contribuimos a crear agentes de cambio que puedan aplicar sus aprendizajes en la resolución de problemas sociales, contribuyendo a uno de los ODS clave, el de proporcionar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, promoviendo oportunidades de aprendizaje para todos.
La ilustradora chinandaluza Quan Zhou Wu, más conocida en las redes como @gazpachoagridulce, nos explica que “no naces con las mismas oportunidades en todos los países. Yo tengo más libertad por haber nacido aquí: he recibido otro tipo de educación y tengo un acceso más fácil a trabajos dignos que en un país en vías de desarrollo. Cuando naces en el primer mundo es un hecho que tienes más privilegios”.
Mundo tech y la mujer – Gazpachoagridulce
Según ella, “internet es un punto de contacto clave para las personas en la lucha por la igualdad. Esto tiene sus partes buenas y sus partes malas, ya que somos más permeables a la intoxicación informativa y a las noticias falsas, pero también podemos conectar con personas relevantes, aprendiendo de ellas y llegando a desvirtualizarlas. Yo misma me he hecho muy amiga de personas a las que he conocido a través de las redes”.
Respecto a la forma en la que la tecnología puede ayudar a romper barreras ante la pobreza y la discriminación, Quan apuesta por la creación de plataformas que ayuden a concienciar y a empatizar con los demás, a lo que añade que “nuestra labor debe ser el de formar y hacer independientes a aquellos que sufran discriminación y pobreza, dejando a un lado un papel paternalista que sólo hable de ayudar. Recuerdo un dicho que dice que si le das un pez a un hombre comerá un día, mientras que si le enseñas a pescar, comerá toda la vida. La formación es clave”.
Proyectos como la Alianza para un Internet Asequible (A4AI), cuyo objetivo es que la banda ancha sea un recurso accesible para todos, trabajan en esta dirección, recordando que la tecnología no entiende de edad, género o fronteras, siendo una herramienta básica para la evolución social. El ciberactivismo, la economía colaborativa y las campañas virales en redes son sólo tres ejemplos de herramientas para el cambio. Inspirar soluciones sostenibles a largo plazo es, en definitiva, una responsabilidad de todos. Y en ello, la industria digital tiene un papel clave.
