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6 de febrero de 2023 - 7 minutes

El futuro de las grandes empresas tecnológicas

Con los despidos, la congelación de las contrataciones y los ajustes en las estrategias comerciales de las grandes tecnológicas, podemos afirmar que estas empresas se encuentran en un momento de cambios significativos.

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Carreras

A pesar de los años de crecimiento y el auge de la pandemia, el 2022 resultó ser un año difícil para los gigantes tecnológicos como Meta, Amazon, Alphabet y Twitter. En las últimas semanas, hemos visto despidos masivos en el sector tecnológico, nuevos líderes que han implementado cambios organizativos desastrosos y medidas de recorte de costos aplicadas en todo el sector. Con una posible recesión y una caída en picada de los ingresos, el 2023 nos revelará el futuro de las grandes empresas tecnológicas.

En noviembre, el director ejecutivo Mark Zuckerberg anunció que Meta reduciría casi el 13 % de su personal (11,000 empleos) y solicitó una congelación de la contratación. Amazon hizo lo mismo después de que sus ganancias del tercer trimestre no cumplieran con las expectativas y despidió a 10,000 empleados que ocupaban puestos relacionados con la tecnología. La semana pasada, Sundar Pichai, el director ejecutivo de Google, anunció el despido de 12,000 empleados. Y, por supuesto, el nuevo director ejecutivo tecnológico Elon Musk despidió a aproximadamente dos tercios del personal de Twitter. La industria se encuentra en un momento más inestable que nunca, lo que nos obliga a hacer frente a algunas de las causas fundamentales de este sector tan precario.

Esta etapa está marcada por una mayor inestabilidad, una concentración del capital financiero especulativo, una economía posfordista y una mayor desigualdad de ingresos. Las grandes empresas tecnológicas experimentaron un auge durante la pandemia porque fueron capaces de captar una mayor audiencia al llevar nuestro trabajo a la virtualidad y descentralizar aún más las formas en que participamos en el flujo de capital. Sin embargo, el éxito del sector tecnológico no está necesariamente ligado a las ganancias reales. Está respaldado en gran medida por la especulación de los inversores y las posibles ganancias que predicen los accionistas y economistas. Dicho de otro modo, la industria tecnológica no está simplemente capeando el temporal, sino todo lo contrario: su precaria estructura está quedando expuesta. 

Dicho esto, estos cambios drásticos no deben entenderse como fracasos de la industria, más bien, como una piedra en el camino de un sector que ha demostrado ser más que adaptable. Las estructuras descentralizadas de la industria tecnológica permiten avances y colaboraciones que antes resultaban impensables en proyectos empresariales anteriores. Las estructuras basadas en plataformas ofrecen formas fluidas de conectar a usuarios, consumidores y clientes. En otras palabras, los conceptos tradicionales de creación de empresas sostenibles no aplican necesariamente a la industria. A pesar de lo inquietantes que puedan parecer a corto plazo los cambios en el sector, el futuro de las grandes empresas tecnológicas está marcado por grandes posibilidades. 

¿Cómo llegamos hasta aquí? 

En 2022, las grandes empresas tecnológicas declararon un valor de mercado combinado de unos $2.5 billones de dólares según J.P. Morgan. A pesar de una década de fuerte crecimiento, la industria tecnológica se tuvo que enfrentar al aumento de las tasas de interés, una inflación desenfrenada y la dependencia de los inversores externos por encima de las ganancias reales de las empresas. Con la presión de tener que adaptarse rápidamente a los cambios económicos para poder mantenerse a flote, el sector tuvo que buscar soluciones rápidas para sobrevivir a tiempos de inestabilidad. 

Los cambios actuales en la industria tecnológica se pueden atribuir a cinco problemas:

  • Estructuras de costos infladas

  • Diseño empresarial insostenible

  • Cambios en los patrones de consumo

  • Dificultades en la cadena de suministro

  • Competencia en la industria 

Estructuras de costos infladas

Las grandes empresas tecnológicas antes hacían alarde de condiciones laborales de lujo, beneficios para los empleados, presupuestos abultados y oficinas internacionales. Sin embargo, esas ventajas resultan insostenibles si no se pueden asegurar las ganancias. El auge de la pandemia generó la necesidad de reclutar y contratar a los mejores talentos de la industria, por lo que los trabajadores se aseguraron mejores paquetes salariales y beneficios mientras las empresas luchaban por atraer y retener a los talentos. Las empresas se están viendo obligadas a hacer frente a estas estructuras de costos infladas y a recortar los beneficios, reducir la presencia inmobiliaria internacional y despedir a empleados que “no son esenciales”. 

Diseño empresarial insostenible

Debido al auge de la tecnología, la gran mayoría de las empresas tecnológicas tienen estructuras financieras que dependen en gran medida de las inversiones externas. En momentos de mayor inestabilidad económica, las empresas deben demostrar que pueden seguir siendo rentables para los inversores. La actual subida de las tasas de interés hace que los inversores busquen un retorno rápido de las inversiones, lo que obliga a las empresas a buscar también soluciones a corto plazo. Estas incluyen decisiones insostenibles, como el recorte del personal, para inflar los precios de las acciones y generar la ilusión de mayores ganancias. 

Una vez más, la industria se ha apoyado en la especulación de los inversores. Doug Anmuth, director del equipo de Internet en EE. UU. de J.P. Morgan, explica: “Entre las oportunidades clave para las grandes empresas tecnológicas en 2023 se encuentran el ajuste de las estructuras de costos mediante la reducción de la plantilla y una mayor disciplina operativa, un mayor enfoque en las ganancias y el flujo de caja, la apuesta responsable por los nuevos impulsores del crecimiento y la ganancia de la cuota de mercado durante este difícil macroperíodo”. Mediante el recorte de las estructuras de costos y la apelación a los inversores, las empresas pueden asegurarse soluciones a corto plazo. Sin embargo, estas decisiones empresariales no son sostenibles a largo plazo. 

Cambios en los patrones de consumo

Debido a los importantes cambios económicos, la inflación, el precio de los alquileres y la seguridad económica general, el gasto de los consumidores disminuyó en 2022. Los artículos no esenciales, como algunas nuevas tecnologías, son los primeros en verse afectados cuando los consumidores se encuentran ante situaciones económicas más precarias. Por ejemplo, Apple observó una desaceleración en los mercados de los teléfonos y los smartphones, y se vio obligada a reducir la producción del iPhone 14. Esto ocurre en todo el sector tecnológico: cuando el gasto discrecional disminuye, la industria se resiente.

Dificultades en la cadena de suministro

Desde la pandemia de COVID-19, hemos visto grandes amenazas para la cadena de suministro a nivel mundial. Esto se debe al cierre de fábricas durante la pandemia, a conflictos como la guerra de Ucrania y a otras amenazas para el transporte mundial, desde el aéreo hasta el ferroviario: 

  • Amazon enfrenta dificultades para entregar productos a un ritmo acelerado debido a los problemas operativos relacionados con los repartidores de pedidos. 

  • Apple lucha por garantizar una producción rápida de sus dispositivos debido al cierre de fábricas y al descontento de los trabajadores en Zhengzhou, China. 

  • Microsoft registró su peor crecimiento de ingresos trimestrales en cinco años. Mencionaron al aumento de los costos de la energía como uno de los factores que limitan su capacidad para obtener ganancias. 

Para el sector tecnológico, un sector que se basa en el flujo continuo de bienes y servicios, las amenazas para la cadena de suministro a nivel mundial tienen un gran impacto en los bienes y servicios que la industria puede proporcionar. 

Competencia en la industria

El sector tecnológico es atractivo y las plataformas se desarrollan rápidamente porque las barreras de entrada son mínimas y las posibilidades de innovación son infinitas. El sector ha crecido enormemente en poco tiempo, por lo que la competencia es feroz. Tik Tok, por ejemplo, ha superado a Instagram, Snapchat, YouTube y Facebook como plataforma de redes sociales más utilizada. Otras aplicaciones también suponen una amenaza para empresas tecnológicas como Meta y Alphabet. Se trata de una industria que crece rápidamente, y la presión para adaptarse a las presiones del mercado y competir con otras plataformas es elevada. 

No todo es de color negro: El futuro de las grandes empresas tecnológicas

El caos que hemos presenciado en las últimas semanas no debe entenderse en absoluto como el fin de la industria tecnológica. En todo caso, los cambios en el sector deben considerarse como dolores de crecimiento y oportunidades para reorientar las estrategias empresariales y las estructuras organizativas. Las presiones macroeconómicas, las dificultades de la cadena de suministro y la competencia industrial son una realidad en todos los sectores. La tarea aquí es comprender el panorama actual de las grandes empresas tecnológicas. Los despidos nos recuerdan la precariedad de este trabajo, y la inestabilidad que sentimos es una prueba de la forma en que todo el sector está improvisando. No se trata de eliminar ese riesgo, sino de encontrar nuevas formas de aprovecharlo. Apoyarse en las estructuras fluidas que proporciona el trabajo tecnológico descentralizado será cada vez más necesario para que este sector funcione para nosotros. 

Da miedo ver a las empresas más ricas en apuros, pero con un análisis adecuado, los cambios pueden entenderse más como posibilidades que como amenazas para el futuro de las grandes empresas tecnológicas. Lo que siempre ha sido importante para ellas es la flexibilidad y una circulación fluida de bienes y servicios. A partir de aquí, se deben desarrollar nuevas estrategias empresariales para garantizar que las empresas tecnológicas puedan encontrar soluciones a largo plazo y no basadas en falsas ilusiones de rentabilidad. ¿Cómo se puede lograr esto? Mediante lo siguiente:

  • La diversificación de las fuentes de ingresos.

  • La identificación de los puntos de estancamiento en la cadena de suministro y la búsqueda de formas de reducir esas posibles amenazas.

  • La creación de alianzas estratégicas con los competidores para ser más resilientes juntos. 

Una era más sostenible para las grandes empresas tecnológicas implica simplemente obtener un mejor análisis de la industria actual e implementar los cambios necesarios para ser más resilientes ante un sector cuyos éxitos se deben a una estructura que siempre está cambiando. 

Lo más emocionante son las posibilidades que prometen las grandes empresas tecnológicas. Por supuesto, la industria se encuentra en un momento de cambio y bajo mucha presión. Sin embargo, el potencial de crecimiento, las nuevas estrategias y estructuras empresariales, y la oportunidad para que nuevos competidores participen en la industria es algo emocionante. 

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